La brisa juguetea con las cortinas de la habitación mientras que el aroma a pan tostado me anuncia la llegada de un nuevo día.
El café, ya tibio en la taza, parece más amargo de lo habitual pero no soy capaz de reparar en ello hasta pasados unos segundos (o quizá unos minutos, no estoy seguro).
Vuelta a la realidad. Saludo a alguien pero no soy capaz de recordar a quién. Oigo voces en el ascensor. Una de ellas, la que parece más grave, pronuncia mi nombre. Respondo sin saber qué pero parece, por la carcajada que escucho, que he dicho algo gracioso. La puerta se abre y siento el frescor de la mañana en mi rostro.
Tu propia historia
Por primera vez en horas siento que soy consciente del mundo que me rodea y eso, lejos de tranquilizarme, me produce cierta inquietud. Siento de nuevo esa sensación…
Abro los ojos. La pantalla del ordenador arroja las cifras de siempre. Todo está en orden. Desde la otra punta del despacho alguien sonríe y me dirige unas palabras: “menos mal, creía que no ibas a levantar la cabeza del ordenador en todo el día. ¿Quieres comer algo?”.
Estoy en casa de nuevo. Recuerdo, aunque de una forma muy vaga, cómo ha transcurrido mi día. No tengo hambre y estoy cansado pero, como si de un tipo de maldición pesara sobre mis hombros, no soy capaz de irme a la cama. Ocupo, de nuevo, una butaca en primera fila dentro de mi cabeza.
Algo no encaja y quiero saber qué es.
Enciendo la radio y, como si estuviera seguro de lo que iba a sonar, escuché con atención:
“Something’s happening, happening to me
My friends say I´m acting peculiarly
Come on baby,
We better make a start
You better make it soon”
La voz de aquella chica, que después supe que se trataba de Ida Redig, era suave como la seda. Tan suave que no sentí el vértigo que me invadió cuando, mientras escuchaba aquella estrofa, me di cuenta de que ya estaba preparado. El momento había llegado: iba a hacer del emprendimiento mi forma de vida.
El momento
“Es ahora o nunca. Es el momento de escribir mi historia“, me dije.
Y así ha sido. Y así será hasta, como algunos dicen, el fin de los tiempos.
Supongo que, si te has identificado con estas líneas, estás pensando en tomar las riendas de tu vida y apostar por tu idea. Si es así déjame darte la enhorabuena y decirte que en Grupo Ruano estamos para ayudarte.
Estamos completamente convencidos de que nuestra misión no es otra que ayudar a nuestros clientes y amigos a adaptarse a las exigencias de un mercado en constante evolución. Por ello, queremos poner a tu disposición una serie de consejos y ejemplos para que hacer de tu idea una iniciativa sólida. Se trata de que, gracias a nuestras presentaciones gratuitas, puedas descubrir que el emprendimiento no es algo exclusivo de unos pocos privilegiados.
De este modo, a través de las entradas que iremos colgando regularmente y que anunciaremos en nuestro perfil en las distintas Redes Sociales, explicaremos todos y cada uno de los aspectos en los que “elGestor de Gestorías” puede ayudarte: Gestión de Expedientes y Facturación, Vehículos y Transportes y Escrituras.
Contamos contigo
En esta primera presentación, que celebraremos el día 15 de febrero, hablaremos de la Gestión del Despacho. Podrás descubrir cómo ahorrar mucho tiempo en la Gestión de los Expedientes de tu Despacho así como una serie de atajos que harán de la facturación algo de lo que no preocuparse nunca más.
Palabra.
Es nuestro deseo, así, despejar incógnitas, compartir inquietudes y, a fin de cuentas, aprender con todos vosotros para hacer de éste un viaje tanto de crecimiento como de enriquecimiento en sintonía con la idea que en nuestro Grupo tenemos de los negocios: personas tratando con personas.
Personas que apuestan por un sueño con forma de negocio o empresa. Personas sin miedo a lo desconocido, personas que hacen de nuestra profesión la mejor de todas las profesiones del mundo. Personas con las que compartir nuestra experiencia y la manera que tenemos de ver y de sentir.
Porque, si estás leyendo estas líneas, ya formas parte de nuestra gran familia.
Bienvenido.